Conocimiento de uno mismo

“Conocerse a uno mismo es la tarea más difícil porque pone en juego directamente nuestra racionalidad, pero también nuestros miedos y pasiones. Si uno consigue conocerse a fondo a sí mismo, sabrá comprender a los demás y la realidad que lo rodea”

-Alejandro Magno-

La intervención orientativa está muy ligada al tipo de vínculo que establecemos con las personas usuarias del servicio donde ejercemos nuestra profesión. Estas relaciones dependen de las experiencias y expectativas tanto de la persona atendida como de las propias. Por ello, es de vital importancia que el profesional se conozca a sí mismo, sea consciente de su escala de valores y de cuáles son sus propios impulsos antes de llevar a la práctica el Counseling. 
Con el autoconocimiento aprendemos a conocer nuestras capacidades, pero también nuestras limitaciones. En ocasiones pueden invadirnos sentimientos de incompetencia, impotencia, pasividad, dependencia, el temor al rechazo o sentimientos de amenaza por la cercanía o el afecto. Podemos dejarnos llevar por una escala de valores implícitos y condicionar nuestro comportamiento en base a una serie de estereotipos que nos subyacen. Son variables inherentes a nuestra condición humana, sin embargo, contaminan nuestra labor profesional en las relaciones de ayuda, por lo que es fundamental conocerlas para poder anticiparnos y evitar su interferencia en el proceso.

A continuación, ofrezco una serie de herramientas que pueden sernos de gran utilidad a la hora de conocernos a nosotros mismos:

1. El diario de emociones: 

Atender a nuestras emociones puede darnos muchos datos sobre nosotros mismos, se trata de una técnica para facilitar el autoconocimiento. Ser conscientes de nuestro estado emocional, conocer cuales son las emociones que más se repiten, analizarlas, etc. puede facilitar nuestro autoconocimiento en la vida diaria y también en la laboral.

2. Quien soy:

Este ejercicio nos permite ver por una parte quienes somos en este momento y quienes queremos llegar a ser. Lo más importante es decidir cómo vamos a conseguir llegar a ser las personas que deseamos, cuál es nuestra estrategia al respecto. Realizaremos este ejercicio, por tanto, incluyendo en una hoja quienes somos, en otra quienes queremos llegar a ser, y en una tercera, cómo vamos a hacerlo.

3. DAFO personal: 

Mediante este ejercicio podrás detectar tus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Has de tener en cuenta que estas valorando tus características tanto internas (fortalezas y debilidades) como externas (amenazas y oportunidades). Emplearas una hoja para el apartado interno indicando las que consideras que son tus fortalezas y las puntos débiles que posees. en otra hoja, anotarás las amenazas y oportunidades de tu entorno que pueden perjudicarte o ayudarte en la consecución de tus metas.

4. ¿Cómo me ven los demás?:

Pide a alguien cercano (un amigo o amiga, un familiar, un compañero de trabajo...) que escriba una descripción cómo te ve. Asegúrate de que escriba con sinceridad, garantizandole que analizaras lo escrito de manera constructiva. Recoger información en torno a como te ven los demás te ayudara a descubrir algún aspecto sobre ti mismo que habías pasado por alto.